jueves, 11 de abril de 2013

Cualidades del Investigador



1. Humildad ante el fracaso y ante los demás.
La primera lección que se debe aprender en la vida es que ni todo sale bien siempre, ni somos perfectos (aunque algunos estemos muy cerca). Bromas aparte, lo primero que deberías tener claro al entrar a un laboratorio, y siendo poco ortodoxo es que la vas a cagar mucho y muchas veces. Por eso mismo te van a corregir mucho y muchas veces. Esto no significa que seas un patán, pero todo el mundo mete la pata y todo el mundo tiene que aprender. Si no estás preparado, si tu ego no es capaz de soportar esto, y sobretodo, si no tienes la paciencia para empezar una y otra vez, y encajar que el trabajo de tu última semana, mes o año no ha servido para nada… entonces tienes un problema. Si eres capaz de sacar partido de tus errores… entonces aprenderás mucho y rápido.

2. Aventurarte fuera de La Comarca.
Hay gente que quiere investigar, pero es que encima quiere hacerlo en su ciudad, a ser posible en su barrio. Si no te atreves a salir de España, por lo menos deberías ampliar tus fronteras. Nada como cambiar de ciudad, conocer otros laboratorios. Casi seguro que tu lugar ideal no se encuentra cerca de tu casa. El secreto está en moverse, y con un poco de suerte terminarás estando en el lugar adecuado en el momento adecuado…


3. English by a tube
Esto hace falta hasta para ir al baño. Puede que pienses que con más o menos poder leer los artículos tienes bastante. Pues no, necesitas un nivel de inglés mucho más decente. Y una vez lo tengas, averigua qué país es potencia en tu campo de investigación y aprende también ese idioma. O mejor aún, te ahorraré la búsqueda: aprende alemán.



4. Trabajar 25 horas al día
Los investigadores trabajan como mulas, cobran poco y encima son felices. Ignoro el gen que provoca esta anomalía, pero es así. Como le leí a Mulet en Amazings hace algún tiempo:
Solo los [alumnos] que preguntan donde hay que pedir la autorización para acceder al laboratorio los fines de semana son los que acaban publicando artículos y leyendo la tesis.
Si queréis haceros un tatuaje deberíais tatuaros esa frase en un sitio bien visible. Tiene más razón que un santo.

5. Saber investigar no es lo mismo que saber estudiar
Si eres una persona estudiosa, que saca buenas notas y se esfuerza durante la carrera, tienes la mitad del camino recorrido. Pero eso no es todo. La otra mitad no es estudiar y es lo que yo llamo “saber pensar”. Se puede ser un buen estudiante y un mal investigador, o ser un mal estudiante y un buen investigador. En cualquier caso, solamente la gente que es capaz de ser inovadora, tener ideas y solucionar problemas (que es lo que es investigar) puede tener éxito investigando. Poder memorizar 50 rutas enzimáticas no sirve de mucho si no le sabes sacar provecho a esa información cuando toca.

6.  Organización
La Libreta es el bien más preciado del científico, y por ello debe estar impecablemente aseada y organizada, dedicando un buen espacio de tiempo a ello. Piensa que vas a dedicar AÑOS a un proyecto, y todo debe estar minuciosamente explicado y detallado. Para facilitarte tu tarea no sólo a ti sino también a los demás. Personalmente yo soy muy de apuntar cuatro cosas en un trozo de servilleta sucia y apañarme con eso. Sin duda este es uno de mis puntos flacos.


7. Masoquismo
Si te gusta que viertan cera ardiendo sobre tu piel, o disfrutas trabajando gratis ya tienes un buen trecho del camino recorrido. La carrera investigadora no siempre es fácil, ni siempre es agradecida. Este punto no es más que una conclusión de todos los anteriores: debes estar dispuesto a hacer sacrificios. Los demás te mirarán raro, y a veces pensarás quién me mandaría a mí… pero si tienes suerte, los buenos momentos terminarán eclipsando a los malos.
Por supuesto, no cumplir todas las cualidades no implica que no puedas ser investigador, aunque quizá sea buena idea hacer un “examen de conciencia”, ver en qué fallamos e intentar esforzarnos en mejorar. En conclusión, un buen investigador debe ser un poco español (innovación, improvisación), un poco americano (ambición) y un poco japonés (esfuerzo).

Para ser un buen investigador se requieren de ciertas cualidades en las que pueden destacar las siguientes:
  1. Actitud cognoscitiva
  2. Actitud moral
  3. Actitud reflexiva
  4. Actitud objetiva
  5. Habilidad en el manejo de métodos y técnicas
  6. Ordenado
  7. Perseverante
 

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